Ansh and Troy
A veces, el destino se teje a través de hilos invisibles que conectan almas antes de que siquiera se crucen. Así fue para Ansh y Troy, dos almas que, sin saberlo, estaban destinadas a encontrarse. Su historia comenzó en un día ordinario, cuando Troy, después de regresar de Santa Bárbara a Minnesota, decidió visitar a algunos amigos. Fue en esa reunión casual, entre risas y conversaciones, que sus miradas se cruzaron por primera vez. A través de amigos en común, Ansh y Troy se conocieron, y aunque al principio solo compartían amistad, el amor no tardó en hacer su magia.
Desde ese primer encuentro, algo especial comenzó a crecer entre ellos. Para Troy, fue claro desde el primer año que Ansh era la persona con quien quería pasar el resto de su vida. Sin embargo, la propuesta de matrimonio no fue una sorpresa como en las historias típicas, sino una evolución natural de su amor. Ambos sabían que el momento llegaría cuando Ansh estuviera listo para dar ese paso, y así fue.
El destino de su boda también fue un reflejo de su amor compartido por un lugar que había marcado su relación desde sus inicios: Puerto Vallarta. Este destino no fue elegido al azar; fue su primer viaje juntos, y desde entonces, se convirtió en su refugio, su «paraíso gay» con un clima perfecto y una comunidad que los acogió con los brazos abiertos.
Organizar una boda que mezclara las ricas tradiciones indias con un toque occidental no fue tarea fácil, pero el desafío valió la pena. La elección de vestimenta fue un tributo a las raíces de Ansh, con trajes tradicionales indios que envolvieron la ceremonia de un aire cultural y espiritual único. La decoración también reflejaba su amor por la naturaleza, con tonos verdes predominando en medio de la jungla que rodeaba la villa que eligieron para sellar su amor.
Uno de los momentos más memorables de la celebración fue la sorpresa que les dio la familia de Troy: aprendieron un baile tradicional indio a través de Zoom y lo presentaron durante la ceremonia. No hubo un primer baile convencional, pero las danzas que siguieron llenaron el aire de alegría y conexión, uniendo a dos culturas en un solo corazón.
Para aquellos que están comenzando a planear su boda, Ansh y Troy tienen un consejo claro: «Háganlo a su manera. Piensen fuera de la caja. Es mucho más divertido así». Los desafíos, como encontrar la ubicación perfecta y lidiar con las especificidades de las tradiciones indias, fueron superados con creatividad y compromiso.
Al reflexionar sobre el proceso, coinciden en que, aunque Puerto Vallarta ya es un lugar increíblemente inclusivo y acogedor, plataformas como Queer Weddings Mx son fundamentales para conectar a las parejas LGBTQ+ con proveedores seguros y afines a sus valores. Para ellos, apoyar a personas que aceptan y respetan a todos, independientemente de su orientación sexual, es un acto gratificante y necesario.
Al final del día, Ansh y Troy nos recuerdan que el amor es una aventura que merece ser vivida con valentía. «Es una aventura. Da el salto. Divide y vencerás. Comunica. Disfruta tu día». Con estas palabras, invitan a otras parejas a no tener miedo, a comunicarse, y a disfrutar de cada instante de este hermoso viaje juntos.
Les deseamos a Ansh y Troy todo lo mejor en esta nueva etapa de su vida juntos. Que su amor continúe floreciendo y que cada día sea tan especial como el día en que dijeron «sí». ¡Que la felicidad y la aventura los acompañen siempre!