Gerald and Patrick
Boda: 21 julio 2023
Terraza Trinitate in San Miguel de Allende, MX
A veces, el destino se alinea de formas inesperadas, como si las estrellas conspiraran para unir a dos almas que estaban destinadas a encontrarse. Así sucedió con Gerald y Patrick, quienes se conocieron en Tinder en julio de 2019. Después de unos días de pláticas virtuales, decidieron tener su primera cita en un restaurante a las afueras de Boston, un lugar que ya no existe, pero que guarda en su memoria un significado especial. Aunque la comida no fue espectacular, la química entre ellos fue innegable. Después de la cena, Gerald invitó a Patrick a su apartamento para compartir una copa de vino. Sentados afuera, conversaron de manera natural, como si se conocieran de toda la vida. Esa misma noche compartieron su primer beso, y cualquier duda sobre si había interés mutuo quedó despejada. Tan solo unas semanas después, hicieron oficial su relación y eligieron el 5 de julio como su aniversario.
En octubre de 2019, Gerald y Patrick tomaron su primer viaje juntos a París, un destino que terminó marcando un antes y un después en su historia. Fue durante ese viaje que ambos se dieron cuenta de que se amaban profundamente. Pocos días después de regresar a Boston, se lo dijeron por primera vez.
La idea del compromiso siempre estuvo en el aire entre ellos, pero con la expectativa de que sucediera en algún momento de 2023. Sin embargo, Patrick sorprendió a Gerald al proponerle matrimonio en junio de 2022, durante el primer día completo de sus vacaciones en San Miguel de Allende. Después de una tarde explorando la ciudad, sugirió subir a la terraza del hotel donde se hospedaban, Las Terrazas. Mientras Patrick se adelantaba para preparar el momento, Gerald tomaba su tiempo trayendo una botella de vino. Al llegar a la azotea, se sentaron en un columpio con vista a la ciudad, y fue allí donde Patrick, dejando a un lado su habitual reserva emocional, expresó su amor profundo y sacó el anillo. La respuesta inicial de Gerald fue una mezcla de sorpresa y emoción, pero seguida de un sí rotundo. Ambos se dejaron llevar por el momento, compartiendo lágrimas de felicidad antes de llamar a sus padres y amigos cercanos para compartir la noticia. Al día siguiente, celebraron el cumpleaños de Patrick como recién comprometidos. De vuelta en Boston, fue el turno de Gerald para sorprender: con anillo en mano, se arrodilló en la sala de estar antes de salir a cenar y le pidió a Patrick que se casara con él. La respuesta fue inmediata, y en lugar de salir, brindaron con champán en su porche, celebrando su amor.
San Miguel de Allende fue la elección natural para su boda, un lugar donde se comprometieron y del que se enamoraron profundamente durante su visita. Querían un evento íntimo, en un sitio que ofreciera a sus invitados una experiencia única y auténtica de México. Sin saberlo, durante su primera visita habían notado un edificio que les llamó la atención por su belleza, sin imaginar que ese mismo lugar se convertiría en el escenario de su boda. Terraza Trinitate, con su espacio para eventos en la azotea, se reveló como el lugar perfecto para celebrar su amor.
La planificación fue un proceso sin complicaciones gracias a Penzi, su equipo de wedding planners, quienes se encargaron de cada detalle. Su ceremonia fue secular, un momento privado en el que leyeron sus votos antes de la boda oficial en Boston, donde sus madres oficiaron la ceremonia legal. En San Miguel, adoptaron la tradición mexicana de El Lazo, pero en lugar de un rosario, usaron flores drapeadas por la hermana mayor y el cuñado de Patrick.
Ambos optaron por trajes de lino, reflejando el espíritu colorido y relajado de San Miguel. Patrick lució un traje verde, mientras que Gerald eligió un traje crema, ambos adquiridos en Suit Supply en Boston. La decoración fue minimalista pero efectiva: flores en tonos apagados, abundante vegetación y velas cónicas crearon una atmósfera romántica y acogedora.
Entre los momentos más destacados de su boda estuvo la Callejoneada que organizaron la noche anterior, un evento único y especial que compartieron con sus seres queridos. La magia de su día de bodas, en el que no tuvieron que preocuparse por nada gracias al impecable trabajo del equipo de Penzi, y la oportunidad de compartir la experiencia con amigos y familiares que no ven con frecuencia, hicieron que la boda fuera verdaderamente inolvidable.
Para otras parejas que están en proceso de planear su boda, Gerald y Patrick recomiendan contar con un equipo de planificación. Para ellos, confiar en Penzi fue clave para evitar cualquier tipo de estrés y para asegurarse de que su visión se hiciera realidad. Aunque la distancia y la comunicación a través de correos electrónicos presentaron pequeños retos, la paciencia y la confianza en su equipo hicieron que todo valiera la pena.
Finalmente, Gerald y Patrick quieren compartir un mensaje para todas las parejas LGBTQ+ que están considerando dar este gran paso: «Está bien querer casarse y celebrar su amor. Hoy en día, hay más personas que critican el matrimonio como institución y la naturaleza heteronormativa de este. Todos merecen amar y ser amados. Hagan lo que quieran hacer y hagan de su boda algo único. La mejor parte de tener una boda queer es que no hay reglas. Rodéense de amor y todo lo demás fluirá.»
Con estas palabras, les desean lo mejor a todas las parejas que están por comenzar su propio viaje hacia el altar, recordándoles que el amor siempre encontrará la manera de florecer, sin importar las circunstancias. ¡Felicidades a Gerald y Patrick! Que su vida juntos esté llena de amor, felicidad y aventuras inolvidables.