Juan Carlos y Stuart 

 

Compromiso: 2 de noviembre 2023

Boda: 30 agosto 2024

Hacienda Viborillas, Querétaro

Proveedores:

Wedding planner : @lidia morales : lovebirds wedding planners

banquete maharaja (excelente)

fotografo: Joseluis.photographer

Social media creator: Donatello studio

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Hay historias de amor que resisten la distancia, las diferencias y el paso del tiempo. La de Juan Carlos y Stuart es una de ellas. Se conocieron en Dallas en 2018, atraídos por sus mundos distintos. Sin embargo, la vida los llevó por caminos separados cuando Stuart se mudó a Portland. Fue en esa separación cuando se dieron cuenta de que no podían estar el uno sin el otro. Así que Stuart regresó a Dallas y decidieron intentarlo de nuevo, esta vez con la certeza de que su historia merecía escribirse juntos.

El compromiso llegó en San Diego, durante un viaje sorpresa planeado por Stuart. No hicieron falta palabras grandilocuentes: solo el amor en su forma más pura y la promesa de un futuro compartido. En su boda, más que anillos, intercambiaron piedras con votos grabados en ellas, un gesto profundamente simbólico dentro de una ceremonia espiritual que honraba los cuatro elementos: fuego, aire, agua y viento.

Hacienda Viborillas fue el escenario perfecto para su celebración. Querían mesas largas y una estética que mezclara lo mexicano con lo minimalista y elegante, respetando la paleta de colores de sus trajes. Consideraron San Miguel de Allende y Cuernavaca, pero cuando encontraron este lugar, supieron que era el indicado. La única sorpresa inesperada fue la lluvia durante la ceremonia, un detalle que lejos de arruinar el momento, lo hizo aún más inolvidable.

Cada instante de la boda quedó marcado por la emoción. Tanto ellos como sus invitados lloraron durante los votos y el intercambio de piedras. Luego vino el baile con la mamá de Juan Carlos y, por supuesto, su primer baile como esposos al ritmo de «When We Were Young» de Adele. Fue una celebración llena de significado, amor y la certeza de que estaban exactamente donde debían estar.

Para quienes están planeando su boda, su consejo es: ajustarse a su presupuesto y priorizar lo que realmente importa. Para ellos, el ambiente fue lo esencial. Y si algo quieren decirle a otras parejas LGBTQ+ es que no dejen que el miedo los detenga: «Al final, quienes realmente te aman estarán ahí para celebrarlo contigo».

El amor siempre encuentra su camino, incluso cuando la distancia y el miedo al qué dirán parecen interponerse. Juan Carlos y Stuart celebraron su historia con quienes realmente importan: aquellos que los aman y los apoyan sin condiciones. Su boda fue un reflejo de lo que son juntos: auténticos, emotivos y profundamente conectados. Que su historia inspire a más parejas a seguir su propio camino, sin miedo y con el corazón abierto. ¡Que la vida les siga regalando más momentos inolvidables!